top of page
Buscar
Foto del escritormmonfortem

La fábrica de pólvoras y explosivos de El Fargue, Granada

Actualizado: 24 ene 2023


Manfredo Monforte Moreno

GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento y artillero

De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares.


Esta es la primera publicación de una serie que irá viendo la luz en el blog dedicado a la historia industrial militar española. La primera entrega trata de la fábrica de Granada. Espero que sea de su interés.

La fábrica de pólvoras de Granada tiene su origen en un molino de pólvora junto al río Darro que funcionó desde el Siglo XIV –algunos autores hablan del XIII–, hasta su completa destrucción en 1590 tras una gran explosión cuyas huellas permanecen visibles en las laderas de la colina sobre la que se asienta la Alhambra. En 1623 la producción se reanuda en El Fargue, algo más lejos de la ciudad y del monumento, que se salva del pillaje gracias a establecer en él un almacén de armas y pólvoras custodiado por la Corona tras la conquista de la ciudad en 1492. Es, por tanto, una de las más antiguas del mundo de las que han mantenido su actividad desde principios del XVII.

Desde el último cuarto del siglo XII venían funcionando de la zona de El Fargue algunos molinos de grano y almazaras para aprovechar la fuerza del agua que discurría por las acequias que recogían el agua de la sierra de Huétor –en Granada el agua es protagonista omnipresente y pura poesía–. En la misma época, los adinerados habían construido algunos cármenes (palabra que viene del árabe karm que significa viñedo o pequeño lugar ajardinado en bancales con huerto, arboleda y alberca en torno a la vivienda y en el que nunca suelen faltar ni las parras ni las flores) aprovechando el agua para el riego, el clima benigno y las excelentes vistas de la Alhambra desde la otra ladera del río Darro. Gracias a la abundancia de agua canalizada en acequias, se producían todo tipo de frutas y verduras que se vendían en los mercadillos de la ciudad.

Poco después de la derrota almohade en las Navas de Tolosa (1212) comienza en el sureste de al-Ándalus la dinastía nazarí fundada por Alhamar "el Rojo", quien se proclama sultán en 1232. Seis años más tarde Alhamar conquista Granada a los últimos almohades. De esa época datan dos molinos, uno de pólvora y otro de salitre aprovechando las aguas del Darro.

Los antecedentes de la fábrica se remontan posiblemente a la existencia de los molinos citados, aunque se duda si fueron construidos bajo el dominio almohade o pertenecen ya a la primera época nazarí. En cualquier caso, se tiene constancia de la producción de pólvora en época musulmana y en el posterior reinado de los Reyes Católicos, que delegaron la gestión en el gobernador de la Alhambra. Los molinos pasaron a ser patrimonio de la Real Hacienda hasta enero de 1810 durante la ocupación francesa. La presencia del invasor en Granada se prolongará hasta septiembre de 1812, cuando los franceses evacúan la ciudad y prenden fuego en su huida a los molinos. Siete años más tarde, vencido el ejército napoleónico, vuelve la actividad a la fábrica hasta que en 1850 asume su gestión el Cuerpo de Artillería en colaboración con la Real Hacienda, propietaria titular de los molinos hasta su cesión definitiva al Ejército en 1865.

A finales del XIX se aborda la modernización de la fábrica con el fin de producir pólvora sin humo de base nitrocelulósica. Los primeros talleres tienen como impulsores a los coroneles de Artillería Pompeyo Izquierdo y Ricardo Aranaz. Este último fue el artífice de que en El Fargue se fabricaran proyectiles, torpedos y granadas rompedoras utilizadas con éxito, según recoge la prensa de la época, en la guerra con Marruecos, lo que le valió el nombramiento de hijo adoptivo de Granada y tener una calle de Madrid en la que estuvo el CETME química. Durante la primeras escaramuzas en la región del Rif y posteriormente en la guerra del Norte de África, la fábrica aseguró el suministro a las fuerzas nacionales. El personal que en ella dirige y trabaja merece bien de la Patria, proclamaba la prensa de la época (La Correspondencia de España, 6 de septiembre de 1909).

Es tal la importancia de la instalación para el abastecimiento de nuestras unidades que el mismo Alfonso XIII visita el centro dos veces, en 1904 y en 1908, viaje que aprovecha para cazar perdices y liebres en una finca de Láchar. Su escopeta disparaba cartuchos marca “Alfonso XIII” fabricados en El Fargue

A principios del XX la fábrica contaba con un barrio anejo con escuelas, iglesia y un pequeño teatro donde se representaban comedias y zarzuelas, reconvertido en cine posteriormente. La premiada banda de música, “los obreros polvoristas”, deleitaba al personal de la barriada obrera en fiestas y saraos.

Tras el inicio de la guerra civil, Granada se convierte en un objetivo estratégico de los sublevados, que tratan de garantizar los suministros desde El Fargue. La fábrica cae en sus manos el 20 de julio sin apenas resistencia. Más de un centenar de trabajadores fueron fusilados y enterrados en el barranco de Víznar. La llegada como director del coronel Paradas Fustel corta radicalmente las represalias, entre otras razones porque conocía las condiciones de precariedad y pudo demostrar que los accidentes no obedecían a actos de sabotaje sino al inhumano ritmo de producción y a la inexperiencia de muchos jóvenes contratados para dar salida a los explosivos.

De unos 500 trabajadores en julio del 36 se pasa a casi 1.700 en marzo del 38, la cifra más elevada de empleados en la historia de la fábrica. Otro dato significativo: antes de la guerra se fabricaban entre 200.000 y 300.000 kilos de pólvora y 50.000 de explosivos al año. Durante la contienda se llegaron a fabricar casi 1.000 toneladas de pólvora y 1.250 de explosivos.

Tras la guerra, Granada debe compartir producción con Murcia y Valladolid, lo que supone un exceso de capacidad nacional innecesario en tiempo de paz y un problema de exceso de plantillas.

Durante la década de los sesenta del pasado siglo, la fábrica sufre un profundo declive cuando se transfiere del Ministerio del Ejército al de Industria. Es entonces cuando se crea la empresa Santa Bárbara y se abandona la razón estratégica de su existencia para focalizarse en la cuenta de resultados. Pero la rentabilidad es muy difícil de alcanzar a partir del exiguo presupuesto del Ejército y sin explotar vías comerciales hacia el mercado internacional. A partir de entonces se han sucedido los recortes de plantilla, incluida la cesión a la multinacional General Dynamics Santa Bárbara Sistemas (GD-SBS) quien, tras el compromiso de mantener la fuerza laboral durante unos años, inició un duro plan de ajuste.

En la segunda mitad del XX se instala una innovadora planta de fabricación de pólvora esferoidal, proyecto liderado por mi padre, el teniente coronel ingeniero Monforte Soler y su equipo de CETME y se fabrican, entre otras, nuevas municiones para el carro de combate o el misil contra carro Spyke de la firma israelí Rafael.

La Empresa Nacional Santa Bárbara (ENSAB) ve la luz como una compañía de índole pública dependiente del desaparecido Instituto Nacional de Industria (INI), el grupo empresarial más grande e importante de España entre 1941 y 1980. Más tarde, pasa a depender de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI, 1995). Durante la segunda legislatura de José María Aznar al frente del gobierno de España, se privatiza el grupo armamentístico y se adjudica a la estadounidense General Dynamics. En su momento lo consideré un error fatal, pues había un grupo alemán, fabricante del famoso carro de combate Leopard, en la puja… tal vez había que agradecer con ello el apoyo del presidente Bush –la famosa foto de las Azores–; en paralelo, se produce el despliegue español en Irak en misión de paz una vez finalizada la primera Guerra del Golfo tras la pírrica victoria de la coalición norteamericana y británica.

Para llevar a cabo la cesión, General Dynamics solicita que todas las fábricas de las que se hace cargo estén conformes a la reglamentación aplicable, especialmente en cuanto a su adecuación al recién publicado Reglamento de Explosivos (1998). Para ello, la SEPI invierte cerca de 6.000 Mpta. (36 M€). En el proceso de adecuación intervino la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y la propia SEPI. Por parte de esta última, José María Michelena llevaba la voz cantante y por la DGAM, el autor de este blog.

La adecuación al nuevo reglamento produjo un agravio comparativo para las empresas privadas, como EXPAL o Instalaza, que tuvieron que asumir cuantiosas inversiones por cuenta propia mientras al amigo norteamericano se le facilitaban las cosas desde la administración española. En esas adecuaciones también participé, tratando de minimizar “los daños” producidos por la nueva normativa, pues la autorización de la actividad dependía del Ministerio de Defensa en connivencia con el de Interior (Guardia Civil, Inspección Central de Armas y Explosivos). Fue una época muy intensa donde además de trabajar en la adecuación citada, algunos miembros de la Comisión Interministerial de Armas y Explosivos (CIPAE) del Ministerio del Interior dedicamos interminables jornadas a redactar un nuevo Reglamento de Armas que finalmente no vio la luz por los intereses contrapuestos de grupos como las asociaciones de armeros y cazadores, la Federación de Tiro Olímpico y las reivindicaciones de policías locales, autonómicas, guardas forestales, etc. Algunos de los puntos ciegos del Reglamento de Armas acaban de ser corregidos en el verano de 2020, con la incorporación y armonización de la reglamentación europea.

La decisión de la filial norteamericana de abandonar el negocio de la munición para centrarse en los blindados y la artillería colocó a la fábrica de Granada en una situación complicada hasta que en febrero de 2020 se transfiere la gestión de la recién creada sociedad denominada “Fábrica de Municiones de Granada, FMG” al grupo empresarial eslovaco MSM.

Deseo una larga vida y un venturoso futuro a El Fargue. Aunque su propietario sea extranjero la totalidad de la plantilla es española. Ojalá que todas esos profesionales excelentemente preparados y dispuestos de su plantilla puedan jubilarse, si así lo desean, en una de las fábricas con más historia del mundo.

Imágenes: Google images


2626 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Yorumlar


Post: Blog2_Post
bottom of page