Manfredo Monforte Moreno
GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento. Artillero.
De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares
Durante siglos, de forma discreta pero eficaz, el Ejército ha probado sus armas y municiones en centros de experimentación e innovación altamente especializados con el fin de asegurar su calidad y funcionamiento antes de permitir su distribución y empleo.
En 1816 se creó la Junta Superior Facultativa de Artillería, que entre 1850 y 1855 realizó numerosas pruebas de fuego en la dehesa de los Carabancheles, terrenos que acabarían siendo permutados en 1862 por el Ministerio a cambio de otros situados en la calle Alcalá, actual sede del ayuntamiento de Madrid. Ya en 1858 operó en el lugar una Escuela Práctica complementaria a las de Segovia, Barcelona, Andalucía, La Coruña, Granada, Valencia y Vitoria.
Como consecuencia de una de las reorganizaciones de la Artillería (1882) se creó la Escuela Central de Tiro de Artillería en el Campamento de los Carabancheles haciéndose cargo de toda la extensión de la dehesa propiedad del Ramo de Guerra, con las mismas misiones de estudio, experimentación y formación que ha tenido el Polígono de Experiencias de Carabanchel (PEC) hasta su disolución por integración en el ITM (2010).
En 1939 el PEC pasó a depender de la recién creada Dirección General de Industria y Material del Ministerio del Ejército. Con los años, el crecimiento urbanístico de Madrid limitó las posibilidades del campo de tiro, lo que obligó a realizar inversiones en La Marañosa, como las galerías de armas de calibres medios y el probadero de cañones. La famosa Torreta del Polígono, salvada de la demolición de los edificios al trasladarse al ITM, ha quedado en pie como fiel exponente del glorioso pasado de un centro de experimentación de enorme utilidad técnica. La Torreta se construyó en los años 80 del siglo XIX como punto cero de la línea de tiro. Cuenta con una estructura interior de hierro roblonado y una curiosa escalera de caracol que permite el acceso a su cubierta superior. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y con ello protegida. Recuerdo que en su planta principal se habilitó una capilla —de Santa Bárbara, naturalmente— y en su primera planta se organizó un laboratorio químico en el que mi padre me enseñó cómo se formaba la “lluvia de oro” o el fétido olor del ácido sulfhídrico. El imponente edificio servía como observatorio del tiro de cañón y contaba con una excelente biblioteca técnica.
Los terrenos del campo de tiro se vieron rodeados por distintas urbanizaciones y con posterioridad ocupados por el Club Deportivo Militar La Dehesa lo que, junto al mayor alcance de las piezas de Artillería de campaña, obligó a abandonar el fin previsto —el tiro artillero—. En su extenso campo de tiro tuve la suerte de ver cómo los oficiales allí destinados cazaban perdices vivas y agotadas por el acoso de jinetes y cabalgaduras —son capaces de dar tres y hasta cuatro saltos de vuelo bajo, luego es fácil cogerlas—. Pasé en el Polígono seis de los mejores años de mi vida recolectando hojas de morera para mis gusanos de seda, montando en bicicleta por sus calles cuando la actividad se detenía y disfrutando de mi buen perro Bobi en sus cuidados jardines. Mis visitas a la cocina y los partidos de fútbol con los artilleros de reemplazo permanecen imborrables en mi memoria.
En el PEC se han probado todo tipo de armas ligeras y pesadas y se han desarrollado innovadoras soluciones, como un proyectil que disparaba dos balas con la misma carga de proyección. También fue protagonista en 1980 de un desgraciado incidente cuando durante una prueba de estopines para el obús de 155 mm M 109A1B, un rebote de un vaso inerte desde el campo de tiro de San Pedro, cerca de Colmenar Viejo, impactó en una vivienda de la localidad de Moralzarzal, hecho destacado por la prensa sensacionalista del momento y que, sin comerlo ni beberlo, le costó el puesto al entonces director del centro –coronel Espinosa–. Los disparos se realizaron con la pieza número 26 del Grupo ATPXII con sede en El Goloso, Madrid. Yo entonces estaba destinado en la Batería de Plana Mayor del Grupo. No hubo daños personales.
En 1977 el PEC pasó a depender de la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa. En los años noventa del siglo pasado se estableció en el PEC la Agencia Nacional de Pruebas OTAN, algo que se abandonó al integrarse en el ITM en 2010. Celebró su centenario en 1983. Su excepcional museo de armas portátiles cuenta con más de 1.000 piezas que han pasado al museo del ITM cuya visita recomiendo.
Como complemento imprescindible del PEC, el Centro de Ensayos Torregorda (CET, San Fernando, Cádiz) se constituyó como tal en 1999 mediante la fusión del Polígono de Experiencias Costilla, el Polígono de Experiencias González Hontoria y la Comisión de Experiencias de Armas Navales. Los antecedentes del CET se remontan al siglo XVI pues en la zona, de carácter marcadamente estratégico, se levantaban torres de vigilancia para prevenir invasiones desde el mar algunas de las cuales, como la situada en el centro militar, quedaron destruidas por un enorme terremoto y consiguiente maremoto en el siglo XVIII. En su lugar, se levantó una torre reforzada de gran diámetro, por lo que los habitantes de la zona la bautizaron como “torre gorda”; pronto se le añadió una batería de artillería de costa y un foso perimetral, convirtiendo la torre de señales y vigilancia en un fuerte artillado que, junto al de Cortadura y el Castillo de San Sebastián, defendían la ciudad de Cádiz.
El coronel Juan Costilla Arias, nacido en Bailén en 1878, dio nombre durante más de cinco décadas al centro gaditano. Fue el creador de una dirección de tiro electromecánica para el cálculo automático de los fuegos artilleros, uno de cuyos prototipos se conserva en el CET actual. El coronel fue asesinado durante la Guerra Civil a las puertas del Taller de Precisión de Artillería en Madrid, donde estaba destinado.
El polígono González Hontoria (el brigadier de Infantería de Marina José González Hontoria es uno de los ilustres oficiales del Estado Mayor de la Armada que recorrió al inicio de su carrera las fábricas militares de España y de los EE.UU. para mejorar las técnicas de fabricación de los cañones navales. Estuvo destinado en Trubia y es el padre del cañón de avancarga tipo Rodman de 25,4 cm, sin zunchos y con un rayado parabólico ideado por el mayor Palliser. También diseñó el modelo 1879 con calibres de hasta 32 cm. Fue nombrado Mariscal de Campo muriendo prematuramente en 1889 a la edad de 49 años. Reposa en el Panteón de Marinos Ilustres), nació en 1859 a propuesta del estado mayor de Artillería de la Armada y en él se situó una batería de experiencias navales apuntando a la isla del castillo de Sancti Petri. Funcionó de manera independiente hasta que a partir de 1932 se estrecha la colaboración con el colindante polígono de Artillería. En 1979 ambos centros pasan a depender de la DGAM, manteniendo su independencia durante los 20 años siguientes.
A finales de 1888 se creó la Sección de Costa de la Escuela Central de Tiro de Artillería, constituyendo el origen del CET. Al ser una Sección de la Escuela Central de Madrid, la conexión de Cádiz y Carabanchel se remonta al siglo XIX. Durante sus primeros años se realizaron estudios sobre el cañón de bronce comprimido de 15 cm (sistema Verdes-Montenegro) y la confección de tablas de tiro con pólvoras prismáticas. Se probaron también las piezas Amstrong de 30,5 y 25 cm.
En la actualidad, tras la fusión de ambos centros, sus misiones se centran en el desarrollo, recepción, homologación y vigilancia del armamento y municiones de calibres superiores a 40 mm. Dispone de una línea de tiro de 70 km y un entorno privilegiado para la realización de sus trabajos. Incorporado al ITM y posteriormente al INTA, funciona como un centro independiente en cuyo mando alternan ingenieros de armamento y de armas navales. Es el único centro que no se ha trasladado, por razones obvias, al integrarse en el ITM, aunque a finales del siglo pasado tuvo que ceder la franja costera cercana a Sancti Petri al ayuntamiento de San Fernando y desviar su línea de tiro hacia el mar. Ocupa un lugar privilegiado dentro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, razón por la que los barcos pesqueros se adentran con frecuencia en la zona de exclusión a la espera de mejores capturas, un hecho, junto a las embarcaciones deportivas que recorren el litoral, que obliga a interrumpir el tiro a menudo. Cuenta con una de las pocas galerías de tiro donde probar la munición flecha (APFSDS) de guerra.
El CET se encuentra en un parque natural marítimo, por lo que es custodio de una zona de litoral de enorme importancia ecológica. Debido a la presión turística, el tiro artillero y naval no se realiza durante el periodo estival.
La importancia para España y la Defensa Nacional de contar con los departamentos de experimentación, pruebas y certificación de armamento de la actual Subdirección General de Sistemas Terrestres del INTA es incuestionable. De no contar con ellos, nuestra dependencia del exterior sería total y seríamos incapaces de abordar proyectos de nuevas municiones, blindajes, vehículos de combate, protecciones individuales y sistemas de apoyo. El personal destinado en estos quehaceres es meticuloso, profesional y está de sobra preparado para sus cometidos. El tándem formado por el general Gómez Pardo y sus dos pilares, los coroneles González Atance y Molina, todos ellos ingenieros de armamento, forma un equipo sólido y solvente… justo lo que necesitan nuestras Fuerzas Armadas. Tuve el honor y la suerte de coincidir con los tres en diferentes etapas de su trayectoria profesional y doy fe de ello.
Mi General:
Me pase los últimos cinco años del Polígona de Experiencias de Carabanchel, subido a la torre del Polígono, trabajando el la biblioteca, documentando la evolución de la artillería en España desde 1868 hasta hoy día.
Es una pena la desaparición de la colección de armas del polígono, ya que la nueva exposición de material en el ITM de la Marañosa muestra una mínima parte de la gran colección que había en Carabanchel. Prototipos y armas que se probaron y que no pasaron al Ejercito.
Torregorda, es la antigua denominación del centro de experiencias del Ejército en San Fernando donde tenían de vecinos al Polígono de Tiro Janer (ya desaparecido) y González Hontoria, (nacido en Sanlúcar de Barrameda) …