top of page
Buscar
Foto del escritormmonfortem

¿ARMAS QUÍMICAS HOY?


Manfredo Monforte Moreno

GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento. MBA. MTIC. Artillero

AN de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares


Un arma química es toda sustancia tóxica o deletérea que a través de su acción química en los procesos vitales pueda causar la muerte, la incapacitación temporal o permanente para seres humanos o animales. Por su carácter, han sido prohibidas con escaso éxito en 1899 y 1925 y mayor alcance en 1993.

La existencia del arma química se remonta a los primeros tiempos de la humanidad. Basta un ejemplo: el agua que corre por el acueducto de Segovia tiene su origen en un almuz situado a unos 15 km de la ciudad. El agua discurre bajo tierra para evitar su envenenamiento en caso de sitio. La contaminación de manantiales era práctica común desde tiempos lejanos.

Para la verificación del cumplimiento de la prohibición de la producción, transporte o uso de las armas químicas, la ONU creó la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, OPAQ, con sede en La Haya (Países Bajos). OPAQ mantiene tres listas de sustancias prohibidas sobre las que se realiza un seguimiento mediante inspecciones oficiales.

Lista 1: Sustancias químicas tóxicas: Sarín, Somán, Tabún, mostazas de azufre o nitrógeno, lewisita, dibromuros… y sus precursores. Se han desarrollado, producido, almacenado o empleado como arma química. Tienen escasa o nula utilidad para fines no prohibidos por la Convención.

Lista 2: Amitón, pentaflururos, etc. y precursores como los dihaluros o el tricloruro de arsénico. Se trata de sustancias tóxicas que podrían permitir su empleo como arma química o pueden emplearse como precursor en una de las reacciones químicas de la fase final de formación de una sustancia química prohibida. No se producen en grandes cantidades comerciales para fines no prohibidos

Lista 3: sustancias que se han producido, almacenado o empleado como arma química; pueden producirse en grandes cantidades comerciales para fines no prohibidos. Por ejemplo: inhibidores de fuego para tapicerías de autocares, teatros, etc.

Los acuerdos de OPAQ han sido firmados por 193 países (se incluye el estado palestino a pesar de que no existe como tal). No lo han firmado Egipto, Corea del Norte y Sudán del Sur. Israel lo ha firmado, pero no lo ha ratificado.

Aunque OPAQ anunció hace pocos años la destrucción de todos los arsenales declarados, las armas químicas han protagonizado algunos incidentes recientes, como:

- Ataque de Matsumoto con gas Sarín, un agente muy volátil y efecto corto. 8 muertos. Japón. 1994

- 5 ataques coordinados con gas Sarín en el metro de Tokio. 1995. 13 muertos. 50 heridos graves. 1.000 afectados

- Ataque con gas Sarín en Siria. 1.400 muertos. Agosto de 2013

- Bombardeo sirio de la ciudad de Saraquib con gas cloro en 2018

- Posible uso de armas químicas en Ucrania en abril de 2022

- Fósforo blanco (P4) sobre Gaza (13 de octubre 23). Se trata de un agente incendiario de uso militar para formar cortinas de ocultación. No está prohibido su uso militar por ninguna convención.

- Litvinenko, un antiguo miembro de los servicios de inteligencia rusos, envenenado en un hotel en el centro de Londres con polonio radiactivo 201.

- Asesinato, en febrero de 2017, de Kim Jong-Nam, hermano del dictador norcoreano Kim Jong-Un, con VX en el aeropuerto de Kuala Lumpur.

- Navalni, opositor ruso, envenenado con Novichok.


En general, los agentes nerviosos, que constituyen hoy una amenaza real para la seguridad nacional, pueden presentarse en diferentes formas, incluidos el polvo y el gas, pero tienden a ser líquidos que impregnan y se filtran a través de los tejidos.

¿De dónde han salido? A finales de la década de 1930 científicos alemanes desarrollaban nuevos pesticidas basados en compuestos organofosforados. Durante el desarrollo de uno de sus experimentos con el agente conocido como Tabún, se derramó una gota que hizo que el personal del laboratorio desarrollara síntomas de intoxicación. Experimentos posteriores con animales mostraron que la exposición al vapor del Tabún resultaba fatal, así que se desestimó como pesticida.

A pesar de las prohibiciones de 1899 y 1925, el Tercer Reich ordenó que cualquier sustancia que pudiera resultar de importancia militar debería notificarse al gobierno de manera clasificada. A fines de 1937, el Tabún Fue reconocido como primer agente nervioso. En 1938, se desarrolló el tristemente famoso gas Sarín, nombrado así por las iniciales de los cuatro doctores que lo sintetizaron. Durante la Segunda Guerra Mundial se produjeron entre 5 y 10 toneladas de este gas. El Somán fue el último agente nervioso desarrollado por los alemanes. Su síntesis se produjo en 1944 aunque no contó con instalaciones industriales de producción porque al acercarse el final de la guerra, las instalaciones de investigación y producción fueron ocupadas por las fuerzas aliadas. Una curiosidad: la existencia de estas instalaciones reveló los nombres en clave de estos gases (GA, GB, GD, que representan Tabún, Sarín y Somán, respectivamente), posteriormente estandarizados por los aliados. La «G» de estos nombres de código significa “alemán”. La razón por la que nunca hubo un agente GC fue porque era el código médico para la gonorrea.

Después de la II GM, se iniciaron análisis rápidos y ensayos de antídotos, ya que se avecinaba la Guerra Fría. La producción rusa de agentes nerviosos comenzó en 1946. Al otro lado del muro, mientras buscaba un nuevo pesticida para reemplazar al DDT (Diclorodifeniltricloroetano) en 1952, el científico británico, Dr. Ghosh, sintetizó un compuesto que enseguida resultó tóxico para los mamíferos. Esta sustancia fue enviada a la Estados Unidos para su producción y codificado como agente VX. En 1960 se estableció una planta de producción de VX en Newport, Indiana. En 1968, cierta cantidad de VX se filtró de un tanque de pulverización aérea y flotó sobre la base militar de Skull Valley, Utah, matando a unas 6.000 ovejas. Un año después del incidente, el presidente Nixon ordenó abandonar la producción y desarrollo de armas químicas.

El VX no tiene olor ni sabor, es un líquido oleoso e incoloro, que tarda en evaporarse y que, gracias a su baja volatilidad y a su viscosidad se mantiene adherido a una zona, lo cual incrementa su efecto. Es letal en estado líquido y aún más mortal si llega a estado gaseoso o de aerosol. El nombre VX no es un nombre químico, es un nombre militar empleado por la OTAN para denominar este agente químico; el nombre químico de la molécula es

O-etildiisopropilaminoetilmetilfosfonotiolato

Agentes como Novichok (novato o recién llegado en ruso) fueron diseñados por la URSS en las décadas 70 a 90 del siglo pasado con tres objetivos: ser indetectables usando los métodos estándar de detección química de la OTAN; superar el equipo de protección de los soldados y ser seguros de manipular y transportar. Su uso siempre ha sido selectivo, es decir, dirigido a una persona o personas concretas.

El primer compuesto sintetizado y probado de esta serie fue un derivado del Sarín, donde el grupo O-isopropilo fue reemplazado por el radical acetoamidina, recibiendo el nombre en clave A-230; era de 5 a 8 veces más tóxico que el agente VX ruso (VX-R). Después, se sintetizaron y probaron los derivados A-232 y A-234 (análogos metoxi y etoxi del A-230) de toxicidad similar al agente VX-R, pero más volátiles, y el A-242 y A-262 (análogos de guanidina del A-230 y el A-232), probablemente los primeros agentes neurotóxicos sólidos sintetizados.

Los Novichoks son similares a la mayoría de los agentes organofosforados (OP) utilizados en agricultura como pesticidas y herbicidas. En este contexto, no están incluidos en las listas de la OPAQ porque todos los OP conocidos que se utilizan como armas químicas son fosfonatos, pero dado que el A-232 y el A-234 no lo son, resultan ideales para engañar a los inspectores y eludir la lista de agentes químicos controlados por la OPAQ, haciendo que se mantuvieran desconocidos para la comunidad científica y que no se avanzara en su prevención y tratamiento. Una historia similar a lo que ocurrió en los campos de concentración Nazis con el Zyclon B, que superaba las inspecciones de la Cruz Roja por ser un matarratas. Sorprende que las enormes cantidades almacenadas en los campos de exterminio no levantaran sospechas, como en el caso de Auschwitz-Birkenau.

El 4 de marzo de 2018, un agente nervioso Novichok fue presuntamente utilizado en un intento de asesinar al exespía ruso Sergey Skripal y a su hija Yulia, de 33 años, cerca de un centro comercial de Salisbury, en el Reino Unido. Posteriormente, estando en coma, fueron trasladados de urgencia al hospital local con la sospecha de haber sido envenenados por un agente nervioso. El 12 de marzo de 2018, la entonces primera ministra británica, Theresa May, declaró en el parlamento: “O se trató de una acción directa del estado ruso contra nuestro país o el gobierno ruso perdió el control sobre la sustancia potencialmente catastrófica y destructiva y permitió que cayera en manos de otros”.

Una investigación sobre los envenenamientos por parte del gobierno del Reino Unido concluyó que las autoridades rusas habían enviado a dos sicarios para llevar a cabo el ataque, en represalia por el trabajo de Skripal como agente doble para el MI6. Dos mendigos recogieron los envases depositados en un contenedor de basura; como resultado, uno de ellos falleció y el otro resultó gravemente afectado. El Reino Unido y otros países expulsaron a decenas de diplomáticos rusos en respuesta al incidente, pero Rusia negó cualquier participación en el mismo. Según la OPAQ, la sustancia química utilizada en este evento fue un Novichok, considerado la cuarta generación de armas químicas.

La OPAQ, que tiene la tarea de velar y hacer cumplir la Convención sobre Armas Químicas, anunció la decisión de prohibir explícitamente los Novichoks el 27 de noviembre de 2019. Sin embargo, el 20 de agosto de 2020, el opositor ruso y activista anticorrupción Alexéi Navalni, enfermó gravemente durante un vuelo de Tomsk a Moscú. Trasladado a un hospital en Omsk después de un aterrizaje de emergencia, entró en coma. Dos días después fue evacuado al Hospital Charité de Berlín.

Cinco laboratorios designados y certificados por la OPAQ encontraron un inhibidor de la enzima colinesterasa del grupo Novichok en muestras de sangre, orina, piel y en la botella de agua de la que había bebido Navalni. Al mismo tiempo, el informe de la OPAQ aclaró que Navalni fue envenenado con un nuevo tipo de Novichok que no estaba incluido en la lista de sustancias químicas controladas.

Los Novichoks representan hoy un motivo de enorme preocupación en el campo de las armas químicas. Es urgente la caracterización completa e indudable de sus estructuras químicas y propiedades, algo fundamental para entender mejor los riesgos reales que plantean estos compuestos y para el desarrollo de una protección eficaz, lo que permitirá el descubrimiento de los antídotos adecuados y el desarrollo de protocolos biológicos y analíticos para la identificación de su uso indebido.

¿Qué se sabe de ellos? Aunque la variación estructural entre estos compuestos es grande, todos ellos actúan inhibiendo la enzima acetilcolinesterasa (AChE) que actúa regulando la ACh (acetilcolina), un neurotransmisor que se encuentra en todo el sistema nervioso. Estos agentes nerviosos inhiben la función de la enzima, provocando la acumulación de acetilcolina, además de un exceso de receptores nerviosos muscarínicos y nicotínicos. La sobreestimulación de estos receptores lleva a disparos incontrolados de estímulos nerviosos que provocan convulsiones.

En resumen, los agentes nerviosos dificultan la transmisión de información entre el sistema nervioso y otros sistemas u órganos como el muscular y el corazón, lo que hace que se paralicen y provocan la pérdida de muchas funciones corporales importantes, como la función cardiovascular. Por eso, tras la exposición, estos compuestos pueden provocar la incapacidad de la víctima y, en algunos casos, su muerte.

Además de los neurotóxicos de síntesis, existen en la naturaleza muchos agentes similares y potencialmente peligrosos y, en ocasiones, mortales. Entre ellos, el veneno de algunos ofidios, la piel de las ranas venenosas del Amazonas o del pulpo de anillos azules, la cicuta, una especie herbácea bienal de la familia de las apiáceas que crece junto a los caminos, las setas letales y otros productos venenosos como el cianuro, la estricnina (nuez vómica), la maitotoxina de los protozoos dinoglagelados, la ricina, la toxina botulínica o más de estar por casa, el monóxido de carbono de las combustiones incompletas.


Recientemente, China ha prohibido la producción del fentanilo, un opioide sintético utilizado ampliamente para tratar el dolor. Los fabricantes chinos reaccionaron exportando los precursores a México, donde se sintetiza, mezcla con otras sustancias y exporta hacia los Estados Unidos como droga estupefaciente ilegal. El fentanilo, según su presentación, puede esnifarse, inyectarse… y resulta mucho más adictivo que las drogas conocidas como la heroína o la cocaína. En España, el primer caso que precisó un proceso de desintoxicación se dio en una enfermera que se “enganchó” tratando de combatir un dolor crónico que padecía.

El fentanilo ha sido responsable de la muerte de 100.000 jóvenes norteamericanos en el último año, cifra que no deja de crecer. En la actualidad el consumo está llegando a la vieja Europa. ¿Será un arma química para debilitar las capacidades defensivas de Occidente? ¿Se llenarán nuestras calles de zombis como ya sucede en San Francisco o Filadelfia?

La OPAQ obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 2013. A pesar de todos los esfuerzos de erradicación realizados, el uso de armas químicas por parte de Siria contra su propio pueblo y el apoyo de Rusia al gobierno sirio, sometieron al tratado a una fuerte presión durante años.

Es destacable el hecho de que la OPAQ no considera como arma química los agentes explosivos caseros, como los triperóxidos de triacetona (la madre de satán), una sustancia sintetizada con precursores que se encuentran en cualquier droguería y presente en muchos de los atentados terroristas de los últimos años.

Los explosivos caseros y las armas químicas de cuarta generación necesitan de pequeñas cantidades para producir un gran efecto —amplificado por los MCS— en los ataques selectivos a personas y en lugares confinados, como puede ser un tren, un avión, un autocar o un cine. Perseverar en su prevención, investigación y desarrollo de detectores, antídotos y tratamientos normalizados es vital pata enfrentarse a ellos.

La Defensa Nacional es poliédrica. La amenaza química es una de sus caras. En España, los ejércitos y la Armada, la UME y las FFCCSE están preparados frente a las sustancias conocidas hoy, pero no ante nuevos compuestos en desarrollo o producción maliciosa. Permanezcamos alerta y confiemos en el elevado nivel de preparación de cuantos velan por nuestra seguridad.


Imágenes: Google images

131 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo

1 Comment


antonio brun
antonio brun
Oct 27, 2023

Excelente y documentado articulo,con referencias a la actualidad,pero solo para los muy iniciados.

Like
Post: Blog2_Post
bottom of page