Manfredo Monforte Moreno
GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento. Artillero.
De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares
La historia del arma corta española es apasionante al contar con grandes logros y pocos apoyos institucionales. Es un relato forjado por inventores, soñadores y grandes tecnólogos que desarrollaron buenos productos de sorprendente éxito más allá de nuestras fronteras. Hoy los armeros españoles exportan excelentes armas de caza y de avancarga, pero el arma corta ha quedado para el recuerdo. Repasaremos sus vicisitudes, luces y sombras.
Astra Defense es actualmente una empresa dedicada a la fabricación de armas radicada en la localidad suiza de Sion. Se funda en 1911 en Éibar, Guipúzcoa. En 1913 se traslada a la localidad vizcaína de Guernica, siendo la primera industria de esta comarca y sirviendo como motor de su industrialización. Tras su cierre en 1997 y la venta de sus patentes a un empresario italiano, en 2008 abre nuevas instalaciones en Suiza.
El origen de Astra, Unceta y Cía S.A. se remonta a 1903 cuando Juan Esperanza, un mecánico oscense con experiencia en armas, y el eibarrés Juan Pedro Uncetabarrenechea (que luego simplificaría a "Unceta"), comercial ferretero, fundan en Éibar la empresa "Pedro Unceta y Juan Esperanza" dedicada a la manufactura del hierro y del acero; su publicidad anunciaba "venta de máquinas y accesorios de todas clases".
La fabricación de armas corre por cuenta de Juan mientras que la comercialización es cosa de Pedro. En 1911 se asocian con Isidro Gaztañaga creando la firma "Gaztañaga y Esperanza" con una plantilla de 25 trabajadores. Ese mismo año comienza la fabricación de pistolas con la marca "Victoria" basadas en diseños de Pedro Careaga Garagarza "Browming 1903" y "1906" y se conceden patentes a nombre de la empresa sobre mejoras en pistolas automáticas, una actividad exitosa que le permite crecer en dos años hasta los 120 trabajadores. La cesión por parte de Venancio López de Ceballos de los derechos de fabricación de la pistola de su invención, conocida como "pistola Campo Giro", y que acababa de ser declarada reglamentaria por el ejército español (lo es hasta 1921) hace que el futuro se vislumbre aún más prometedor.
La GM I impulsa el auge de la industria española del armamento. Entre 1914 y 1918 "Esperanza y Unceta" venden principalmente a Francia y a Italia más de 100.000 pistolas además de las más de 13.000 unidades de la pistola Campo-Giro que se suministra al ejército español. En estos años comienzan a salir productos bajo la marca "ASTRA" que acabaría marcando toda la producción de la empresa.
En 1921, la pistola Campo-Giro deja de ser reglamentaria en el ejército español y se comienza la fabricación de la pistola Astra 400 que pasa, al ganar el correspondiente concurso, a ser usada por el Ejército. Esta pistola se hace popular en otros muchos países. Una versión simplificada, el modelo 300, es adoptada por otros organismos militares y de seguridad, tanto de España como del extranjero.
Revólver Velo-Dog
En 1925 la familia Esperanza sale de la empresa, que pasa a denominarse "Unceta y Cía.". Estos cambios tienen una consecuencia inmediata: Juan Esperanza funda la empresa "Esperanza y Cía.” (ECIA) que poco después se traslada a la vecina localidad de Marquina, dedicándose a la producción de material militar, principalmente morteros.
Las pistolas de la serie 900, basadas en la Máuser alemana, incorporan el disparo automático y la posibilidad de usar una culata que permite su apoyo en el hombro. Estas pistolas se popularizan en China a finales de los años 20 y principios de los 30, llegando a abrir una filial de "Unceta y Cía." en Shanghái en 1931 con el fin de comercializar las armas bajo la marca "Astra China Company".
Como todas las fábricas de armas de la zona, Unceta es intervenida por las autoridades republicanas al comienzo de la Guerra Civil española. Al quedar el frente detenido a la altura de Éibar y la fábrica en plena línea de fuego, una parte de los talleres se trasladan a Bilbao y Guernica. En la primavera de 1937 las tropas nacionales rompen la línea del frente y avanzan tomando toda la provincia de Vizcaya. Las instalaciones de la fábrica en Guernica sufren pocos daños y comienzan a fabricar para el bando sublevado. Durante el periodo de la contienda se fabrican más de 28.000 pistolas, 130.000 piezas de repuesto para ametralladoras y 347.000 piezas de diverso material de guerra.
Con el advenimiento de la paz y la alineación del régimen con las potencias del Eje, éstas se convierten en el mercado de los productos de "Unceta y Cía." que llega a vender a la Alemania nazi más de 100.000 pistolas. El aislamiento de España después de la GM II limita el mercado al interior. En el concurso de 1946 para proveer de pistolas al Ejército sale ganadora le empresa eibarresa STAR Bonifacio Echeverria S.A., haciendo que Unceta y Cía. S.A. deba buscar la diversificación de la producción realizando piezas para maquinaria textil y herramientas neumáticas.
En 1953 la empresa adquiere el nombre con el que es conocida mundialmente, el de "Astra, Unceta y compañía S.A.". En la década de los 50, apoyándose en las operaciones especiales de fomento a la exportación, la producción de pistolas se recupera, pero en los 60 se vuelven a perder mercados, aunque las exportaciones se mantienen gracias a las subvenciones del gobierno. La conflictividad social y política de los años setenta conducen a la pérdida de estabilidad y dificulta el ya de por sí complicado panorama comercial y productivo.
En los años noventa el gobierno vasco impulsa la reunificación de las tres empresas del arma corta existentes en el País Vasco: la propia Astra, Star y Gabilondo, todas ellas en situación precaria. Gabilondo, controlada políticamente por el PSOE –el gobierno vasco estaba en manos del PNV–, no acepta la propuesta y queda fuera del acuerdo. Star cierra definitivamente en 1997. Poco después, en 1998, acogiéndose al plan de reestructuración del arma corta que propone el gobierno vasco, los restos de Star, manteniendo sus patentes, se unen con Astra fundando ASTAR con sede en Amorebieta. La nueva empresa no supera el año de vida.
En paralelo, Llama, Gabilondo y Cía. S.A. se dedica a la fabricación de pistolas y revólveres en la capital alavesa. Se funda en 1904 en Éibar con el nombre "Gabilondo y Urresti" dedicándose a la fabricación de revólveres tipo Velo-Dog (el nombre Velo-Dog procede de la combinación de las palabras velo (veloz) y dog para resaltar que disparaba más rápido que los populares revólveres "Bulldog"). Después de la GM I se traslada a la vecina localidad de Elgoibar y posteriormente a Vitoria. En el año 2000 cierra definitivamente sus puertas dando paso a "Fabrinor arma corta y microfusión, S.A.L.", que resiste hasta 2006. Destaca por sus revólveres y por la pistola modelo «Ruby».
Pistola LLama especial
La producción de "Gabilondo y Urresti" se centra en la fabricación de revólveres "Nagant" y, bajo su propia marca, copia revólveres tipo "Colt" y "Velo-Dog". En 1913 comienza la fabricación de pistolas tipo “Éibar” con la marca "Radium" sobre una patente de Guillermo Echeverría y Valentín Vallejo que tiene la característica de carecer de cargador (se cargaba introduciendo los cartuchos deslizando una cacha de la culata); era una copia de la pistola "Browning" 6,35 mm.
En 1914 entran los hijos de José Gabilondo, Lorenzo, Estanislao, Eustaquia y Manuel, a llevar la empresa junto a su padre y se cambia la denominación de ésta a "Gabilondos y Urresti". La empresa se desarrolla rápidamente gracias a la combinación de personal cualificado y medios técnicos modernos. En 1914 patenta la pistola Ruby –una modificación del modelo "Victoria" de Esperanza y Unceta con empuñadura más larga que permite alojar un cargador de 9 cartuchos de 7,65 mm–.
Como ya he apuntado, la GM I favorece el mercado armero. En 1915 el gobierno francés encarga a Gabilondo y Urresti un pedido de 10.000 pistolas mensuales tipo «Ruby» de calibre 7,65 mm o 32 ACP con tres cargadores, pistola que ellos habían desarrollado. Posteriormente se triplica la cantidad de pistolas que se debían de entregar al mes. Junto a Francia también lanzan pedidos los gobiernos de Italia, Rumanía y Grecia.
La pistola «Ruby» alcanza tal notoriedad que muchos fabricantes comercializan pistolas similares, por ejemplo, "Esperanza y Unceta" comercializa el modelo "Astra"; Alkartasuna, los modelos "Alkar" y "Panamá"; Gárate, Anitúa y Cía. el modelo "Express" y Star el modelo "Izarra".
Tras el periodo bélico, la empresa se traslada a la vecina localidad de Elgoibar y cambia su nombre por el de "Gabilondo y Cía", diversifica sus modelos de pistola y enfoca su producción hacia el sector de las armas militares. En 1919 presenta la pistola "Búfalo", una pistola tipo "Browning" inspirada en el modelo de la FN belga de 1910 con martillo percutor oculto y un seguro desarrollado en la casa. En 1925 se presenta el modelo "Danton" que sustituye al "Búfalo", de características similares pero construida en calibre 6.35 mm. Este modelo se destina al mercado militar, pero con buena acogida en el civil; su fabricación se abandona en 1933.
En 1928 lanza la pistola «Ruby plus ultra», versión mejorada del modelo Ruby, con un cargador de 20 cartuchos y un cañón de 140 mm de longitud. Fueron muy populares en Asia, con muchas ventas en China y Japón donde se vendían en las tiendas militares, aunque no fue adquirida oficialmente por el ejército nipón. Fue de amplio uso por las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española.
Star Megastar
En 1931 comienza la fabricación del modelo "Llama", un desarrollo basado en el modelo Colt 1911, que adquiere un relevante prestigio por su calidad. En 1932 se registra la marca Llama, dejando el término «Ruby» para modelos de revólver; bajo la marca Llama se venden pistolas de calibres 38 súper, 9 mm largo y 7,63 mm Máuser. A partir de 1950 comienza la fabricación de diferentes modelos de revólver con un notorio éxito comercial internacional, en especial en Sudamérica.
El prestigio de la pistola Llama hace variar la denominación de la empresa que pasa a llamarse "Llama, Gabilondo y Cía". Saca al mercado las primeras pistolas españolas de calibre 9 mm Parabellum (después lo haría "Astra, Unceta y Cía." con sus pistolas Astra 600 y Astra 800 Cóndor y posteriormente la casa Star Bonifacio Echeverría, S. A. con sus modelos B y Súper B).
Tras la Segunda Guerra Mundial traslada sus instalaciones a Vitoria. En los años 70 presenta la pistola modelo "Omni" al concurso de armas del Ejército español sin éxito. Seguidamente fabrica la pistola modelo "Llama M-82", basada en las Walther P38 y Beretta 92, y la presenta al concurso de armas del ejército de EE. UU. Pasa las pruebas, pero no logra la adjudicación. Aun así, el modelo logra penetrar en el ejército español y en diferentes países sudamericanos. El 13 de junio de 1984 la pistola Llama modelo 82 es declarada de "necesaria uniformidad" en el ejército español.
La década de los noventa del siglo pasado supone el fin de las empresas españolas de armas cortas. La entrada en la Unión Europea, la complicación del mercado de armas de Estados Unidos y las dificultades financieras mundiales llevaron a una profunda crisis del sector. Como ya he comentado, el gobierno vasco se plantea una reordenación del arma corta con la reunificación de las tres empresas Star, Astra y Llama. Llama queda enseguida fuera del plan.
Mención aparte merece la historia de Esperanza y Cía. (ECIA). Denominada oficialmente «Esperanza y Compañía, Sociedad Anónima», es una fábrica de armamento fundada en 1925 y establecida desde 1933 en Marquina (Vizcaya); produce armas individuales, municiones y morteros para el Ejército español y la exportación.
La empresa es fundada por el oscense Juan Esperanza Salvador que desde 1902 trabajaba como armero en Éibar. En 1908 poseía un taller con ocho empleados y ese mismo año se asoció con Juan Pedro Unceta para crear la compañía P. Unceta y J. Esperanza. En 1913 la sociedad se traslada a Guernica, donde fabrica distintos modelos de pistolas. En 1925 se separa de Pedro Unceta y funda Esperanza y Cía., asociándose con el entonces capitán de infantería Vicente Valero de Bernabé, que pide la baja en el ejército para convertirse en el jefe de desarrollo de la nueva empresa, donde diseña una serie de morteros de gran éxito.
La nueva compañía comienza a producir la pistola automática Ecia y algunos prototipos de un fusil ametrallador con el mismo nombre. Durante la Guerra Civil es controlada por el gobierno vasco, que traslada la fábrica a Derio para alejarla del frente; después a Bilbao. Tras la guerra, la empresa vuelve a Marquina y se especializa en la fabricación de morteros. En 1978 se convierte en el primer exportador de armas de España con unas ventas totales de 10 millones de euros, antes de que la legislación española cambiara para restringir las ventas, requiriendo previa autorización ministerial y siendo sólo posible desde entonces proveer a estados no vetados por las Naciones Unidas.
Dificultades económicas en la década de los noventa ocasionadas por la reducción de pedidos dan lugar a sucesivas suspensiones de pagos y el cierre de la compañía en 1994. Un grupo de trabajadores de la compañía fundan una nueva empresa, Ecia-Xemein, S.A.L., que sigue activa hoy en día.
“Star” Bonifacio Echeverría S.A. es una empresa dedicada a la fabricación de armas cortas radicada en la localidad guipuzcoana de Éibar. La tradición de fabricación de armas, junto con la fama internacional del acero español, lleva a esta industria a ganar un gran mercado y un buen número de seguidores y entusiastas de sus productos, sobre todo en Estados Unidos y Canadá, en especial de las pistolas, que se ha mantenido mucho tiempo después de que Star haya desaparecido. Las armas de Star han formado parte del armamento oficial del ejército y las policías de España y de otros muchos países. Se funda en 1908 y desaparece el 27 de mayo de 1997.
El subfusil que fabrica, en cualquiera de sus diferentes versiones a lo largo del tiempo, es básico en la dotación de cualquier unidad de combate que utiliza armas cortas como parte de su equipamiento (carristas, cuerpos policiales, aduanas, operaciones especiales, etc.); simple, ligero y eficaz.
En 1908 lanza al mercado una pistola basada en un modelo de 1900 de la casa Mannlicher de calibre 6.35 mm. Seis años más tarde comercializa una mejora del anterior, sobre todo en la parte ergonómica. En 1919 se coloca el nombre Star en todas las armas que se fabrican y se registran también las marcas Izarra y Estrella (las tres palabras quieren decir lo mismo en inglés, vasco y castellano). El primer prototipo se bautiza con el nombre de Izarra.
Durante la GM I la pistola Star 1914 en su versión de 7,65 mm es elegida por el Ejército francés como arma de dotación de sus tropas. El final de la guerra conlleva la cancelación de los pedidos franceses: se busca una alternativa en un clon del Colt 1911. Se decide cambiar la ubicación de las instalaciones y se construyen nuevos pabellones de la zona de Torrekua, comenzándose a fabricar subfusiles y otro tipo de armamento además de las pistolas. En1931 Éibar se adelanta al resto de las ciudades españolas y proclama la Segunda República. Star continúa con la fabricación de armas y exporta la mayoría de su producción.
Durante la Guerra Civil, Star pasa a manos de los sublevados; después de la guerra recupera la producción. Los subfusiles Si35 y TN35 que se fabrican en los años 30 son los pioneros de una serie que llegará hasta los años 90. Sirven en la Guerra Civil española pero no conquistan el difícil mercado internacional, fundamentalmente inglés y estadounidense, por su complejidad. Le sigue el Z-45, el subfusil reglamentario del ejército español por muchos años, hasta que es sustituido por el Z-62. El Z-45, muy parecido al MP40 alemán, monta culata de madera, en algunos modelos larga y en otros corta, y también un culatín extensible. Se exporta a muchos países, como Chile, Cuba, Portugal y Arabia Saudí.
Con la experiencia obtenida, a finales de los años 50 se comienza a desarrollar una nueva generación de subfusiles que se comercializaría en 1963 bajo la denominación Z62 para el modelo 9 mm Parabellum Luger o Z63 para el 9 mm largo Bergmann-Bayard (al final se denomina Z62 a ambos modelos). Se caracteriza por una mayor simplicidad de manejo, tanto durante el combate como para fines de instrucción, a la vez que se asegura su gran robustez y seguridad de funcionamiento. Sustituye al Z45 como arma reglamentaria del ejército español hasta 1970.
Una modernización del producto da lugar al Z-70 y a su variante Z-70B, cuya diferencia fundamental está en la forma de seleccionar el modo de tiro, semiautomático o automático, que en el Z70 se efectúa mediante un disparador de dos lunas (si se aprietan ambas, el tiro es automático) y en la variante B mediante una palanquilla lateral. Por lo demás es muy parecido a su antecesor. El Z70 se fabrica exclusivamente para munición del calibre 9 mm Parabellum.
Astra A-50
En 1975 se presenta el Z75, tercera y última generación de subfusiles Star. Incorpora características modernas parecidas al M23/25 checo y se asemeja superficialmente al Uzi israelí. Se diseña sólo para munición del calibre 9 mm Parabellum. La evolución del Z75 da lugar al Z84, 9 mm Parabellum y 9 mm largo. Aunque se declara arma oficial del ejército para sustituir a los Z70, y parece ser que se adquieren, no se llega a distribuir al optar por los MP-5 y G36 extranjeros.
En los ochenta se lanza el modelo Z-84 basado en el Z-75, con la incorporación de material plástico, lo que aligera el peso y proporciona mayor fiabilidad. En pistolas se desarrolla la serie S que se caracteriza por tener un armazón de aluminio, con lo que se reduce considerablemente la masa del arma, una capacidad de carga de 15 cartuchos y ser de doble acción, como el revólver, lo que permite que pueda dispararse sin montar previamente el arma.
La coyuntura internacional y la entrada de España en la Comunidad Económica Europea, así como la relajación de la dirección al jubilarse Bonifacio Echeverría, llevan a la empresa a endeudarse. Entre 1992 y 1994 se desarrollan y fabrican nuevos productos, como una pistola de armazón de poliéster (primera en España y cuarta en el mundo), una pistola de calibre 9 mm de inferior tamaño y de gran capacidad y una pistola compacta destinada a las fuerzas y cuerpos de seguridad. También se avanza en la mejora de los procesos de fabricación y la utilización de nuevos materiales.
En 1994 la situación de la empresa ha mejorado ostensiblemente llegándose a producir 8.200 armas al mes y obteniendo buenos resultados económicos. En diciembre de ese año la junta de accionistas rechaza el plan que presenta la dirección general y llega a un acuerdo con Astra para la fusión. El control de las acciones pasa al gobierno vasco, que junto con otros socios privados se plantean relanzar la empresa. Sucesivos desencuentros laborales conducen al cierre de Star en 1997. Una pequeña parte de sus trabajadores montan una empresa de reparación de pistolas llamada Iparguns, con sede en Éibar, que mantiene su actividad hasta el año 2012.
Concluyo: la fabricación del arma corta logró productos que alcanzaron una popularidad y un nivel de calidad equiparables a los mejores fabricantes internacionales. Sin embargo, no consiguió la masa crítica industrial necesaria para asegurar su continuidad en el tiempo.
Tal vez haya llegado el momento de reescribir el Reglamento de Armas (su cuerpo de doctrina cuenta ya con casi 30 años de vida y se redactó en una época en que el terrorismo vasco atormentaba a la sociedad española; hubo un intento —en el que participé— a principios de este siglo) y de replantear el Banco Oficial de Pruebas de Éibar, cuyo reglamento data de los años sesenta del siglo pasado (las pruebas de las armas de uso no militar se regularon en 1979).
Imágenes: Google images
Comments