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Luces y sombras de la industra española de defensa

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  • hace 24 horas
  • 9 Min. de lectura

Manfredo Monforte Moreno

GD(r) Dr. Ingeniero de Armamento. MBA. MTIC. Artillero

De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares

 

La industria de defensa española es un sector de crucial importancia para la seguridad y la economía del país. A lo largo de los años, ha experimentado numerosos avances y desafíos, reflejando una mezcla de éxitos y áreas de mejora.

Luces: avances y fortalezas

Innovación tecnológica

La industria de defensa española ha mostrado un notable progreso en el desarrollo de tecnología y manufactura avanzada. Empresas como Indra, Navantia, Santa Bárbara Sistemas, GMV, EINSA, FECSA, Sener o el Grupo Oesía han liderado proyectos innovadores en el ámbito militar o dual. Estos desarrollos no solo fortalecen la capacidad defensiva del país, sino que también posicionan a España como un competidor global.

Exportaciones y colaboración internacional

España ha incrementado sus exportaciones de productos de defensa, colaborando con países como Reino Unido, Alemania y Australia. Esta expansión internacional ha permitido que la industria crezca y se diversifique, generando empleo y aumentando los ingresos nacionales. El éxito en las exportaciones es una luz que destaca la competitividad y la calidad de los productos españoles situando a España como el séptimo exportador de material de defensa en el mercado mundial.

La colaboración internacional en el sector de defensa ha sido esencial para el crecimiento sectorial. Las alianzas estratégicas con terceros países han facilitado el intercambio de conocimientos y tecnología, impulsando el desarrollo de productos avanzados y competitivos. Estas colaboraciones también han abierto nuevas oportunidades de negocio, permitiendo a España diversificar sus mercados y aumentar las exportaciones.

Fomento de la investigación y desarrollo (I+D+i)

El gobierno español ha implementado políticas para promover la inversión en I+D+i dentro del sector de defensa. La colaboración entre empresas privadas y centros de investigación ha generado avances significativos en tecnologías de ciberseguridad, inteligencia artificial y vehículos no tripulados. La apuesta por la innovación es una fortaleza clara que impulsa el crecimiento del sector de la mano de PYMES como NIT, S2Grupo, NTGS o TSD.

La presencia de la universidad en proyectos relacionados con la seguridad, la defensa y las emergencias no deja de crecer. Si en el pasado había un cierto rechazo irracional a colaborar con todo lo que “oliese” a militar, la mentalidad ha cambiado y en estos momentos, universidades como las politécnicas de Madrid y Valencia, o las de Córdoba y Jaén, consideran en sus estrategias de crecimiento y excelencia la importancia de participar en proyectos punteros como la Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) en Córdoba o el Centro de Tecnologías, Desarrollo y Experimentación (CETEDEX) del INTA en Jaén.

Algunas comunidades, como la de Madrid, ha creado una red de institutos especializados muy útiles para el desarrollo de nuevas tecnologías de aplicación dual, como es el caso del IMDEA Materiales situado en Getafe, un organismo que trabaja en proyectos punteros a nivel mundial.

Empleo estable y de calidad

El sector de la seguridad, la defensa y las emergencias genera empleo cualificado, fija talento y vertebra el conocimiento, evitando la fuga de jóvenes altamente cualificados hacia el extranjero. Por ende, un sector altamente tecnológico precisa de mucha ingeniería y grandes cantidades de personal procedente de la formación profesional, un punto crítico este último, pues hay que alinear la formación impartida con las necesidades reales de la industria, algo que exige que el profesorado de la formación superior y profesional esté en contacto permanente con las necesidades del diseño y la fabricación avanzada que exigen las empresas del sector.  

Sombras: retos y áreas de mejora

Dependencia de las importaciones

A pesar de los avances tecnológicos, la industria de defensa española depende en gran medida de la importación de componentes y tecnología de otros países. Esta dependencia limita la autonomía del sector y puede afectar a la capacidad de respuesta rápida ante necesidades urgentes. La creación de una base industrial más autosuficiente es un desafío que debe ser abordado.

Presupuesto limitado

El presupuesto destinado a la defensa en España es bajo en comparación con otros países europeos. Esta limitación financiera puede restringir la capacidad de la industria para llevar a cabo proyectos de gran envergadura y mantener una fuerza militar moderna y eficaz. Aumentar la inversión en defensa es crucial para mantener la competitividad y la capacidad operativa, algo que se exige desde el exterior y a lo que el gobierno de la nación se ha comprometido. Sin embargo, la repetida prórroga de los presupuestos generales y el delicado equilibrio político puede dar al traste con las intenciones ampliamente declaradas a pesar de que parte del ejecutivo español es claramente contrario al incremento del presupuesto e, incluso, a la permanencia en la OTAN. Una situación inexplicable para nuestros aliados y socios.

Problemas burocráticos y administrativos

La industria de defensa española enfrenta obstáculos burocráticos y administrativos que ralentizan la ejecución de proyectos y la implementación de nuevas tecnologías. Simplificar los procesos y mejorar la eficiencia administrativa podría acelerar el desarrollo y la producción, permitiendo una respuesta más ágil y efectiva a las necesidades de defensa.

Los reglamentos que desarrollan la Ley Orgánica de la Seguridad Ciudadana constituyen barreras de entrada para cualquier emprendedor. De hecho, los reglamentos de armas (1993 en su primera redacción) y de explosivos (1998) fueron publicados en años en los que el terrorismo era el pan de cada día en España. No se alinean en absoluto con sus equivalentes europeos y dificultan la creación de nuevas empresas o la modificación sustancial de las activas. Además, la confidencialidad de cierta normativa militar exige la habilitación personal y la instalación de Zonas de Acceso Restringido (ZAR) en las empresas, procesos administrativos demasiado lentos (y costosos). Todo ello juega en contra de la competitividad y productividad del sector.  

Impacto ambiental

El desarrollo y la producción de tecnología de defensa tienen un impacto ambiental significativo. La industria debe buscar formas de minimizar su huella ecológica, implementando prácticas sostenibles sobre esquemas de economía circular. El equilibrio entre la seguridad nacional y la preservación del medio ambiente es una sombra que requiere atención continua.

Política industrial del Ministerio de Defensa

Algunos de los proyectos estrella del Departamento han fracasado por un hecho común: mezclar en la adquisición de sistemas complejos materiales probados y conjuntos o elementos críticos inmaduros, como ha sucedido en el caso del grupo propulsor del nuevo submarino, la transmisión del VCZAP Castor o la torre del 8x8 dragón. Esta forma de actuar ha inducido grandes retrasos y sobrecostes, a lo que se suma la intervención pública en las empresas del sector, como Navantia y Tess Defense.

Lo retrasos del programa 8x8 Dragón no se han producido en la venta, fabricación y entrega del ASCOD de SBS con torre de 105 mm a Filipinas. Como tampoco se prevén en contratos en los que la empresa integradora puede elegir los subconjuntos que incorporará a sus productos. Así, para un contrato recientemente firmado, los vehículos acorazados llevarán una trasmisión Renk y una torre de 30 mm ELBIT, ambos subsistemas ampliamente probados y maduros.

El gobierno, a través de los distintos desarrollos normativos, ha declarado la necesidad de contar con una potente industria nacional capaz de dotar a la nación de los mejores medios disponibles. Pero la realidad es muy distinta: en su día se perdió la capacidad de desarrollar cohetes de campaña y ahora se adquiere el PULS, un sistema israelí; se perdió la capacidad de diseñar y fabricar armas ligeras, y ahora se importan de Alemania, Israel o Austria; se dispone de capacidad nacional y se adquieren vehículos de origen chino; se pierde la capacidad de diseñar y fabricar aviones de entrenamiento, como el C101 y se adquieren ahora en Suiza, disponemos de una empresa en franco crecimiento, como MBDA España y se adquieren misiles de terceros países. Mientras NTGS produce un mortero adquirido por varios países, España adquiere el producido por Rheinmetall y que en su día fue rechazado a favor del Soltam israelí. Obras son amores y no buenas razones.

Problemas en la verificación y validación de los sistemas

Para que un sistema pueda ser verificado y validado hay que partir de unos requisitos bien establecidos de acuerdo con la metodología de la Ingeniería de Sistemas y tener previsto qué pruebas van a realizarse para comprobar el cumplimiento de cada uno de los requisitos. La experiencia indica que en ocasiones hay requisitos que no llegan a verificarse por falta de medios o tiempo o que, simplemente, son imposibles de verificar por estar mal escritos y revisados por las partes. Recuerdo las discusiones por el peso máximo fijado para el VCZAP Castor, y que presentaba sobrepeso al incluir a los combatientes y todo su equipo a bordo, con una diferencia de una tonelada. La ambigüedad de este requisito y otros fueron culpables de negociaciones complejas, retrasos en las entregas y pérdidas económicas.

Venta de empresas a corporaciones extranjeras

La venta a corporaciones de terceros países de empresas que ocupan propiedades del Ministerio de Defensa ha debilitado la independencia estratégica de España. Tal es el caso de las ventas de la fábrica de Murcia a Rheinmetall, de Granada al grupo MSM, de Palencia a NAMMO o de Trubia y Sevilla a GDELS. Por mucho que se pretenda controlar a estas empresas, la estrategia de producción y comercialización se realiza en el extranjero.

Injerencia política en el mercado

Las exportaciones de material de defensa están sometidas a la aprobación previa de la administración, concretamente de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMMDDU). Esto supone la introducción de incertidumbre a la hora de firmar contratos de exportación, ya que la venta puede ser prohibida a pesar de haberse fabricado lo contratado. Tal fue el caso de la venta de munición de 155 mm hacia un país de Oriente Medio y que supuso un grave problema para EXPAL, que tuvo que reducir plantilla y ajustarse el cinturón para poder pagar las nóminas.

¿Un campeón nacional en sistemas terrestres?

Dado que la Armada tiene a Navantia como suministrador principal, y que el Ejército del Aire y del Espacio cuenta con Airbus, parecería lógico crear un “capeón nacional” para los suministros terrestres. La idea era crear un conglomerado en torno a Indra, cuyo perfil empresarial se aleja mucho de los sistemas que necesita el Ejército de Tierra. Recientemente se lanzó un escandallo para adquirir Santa Bárbara Sistemas, algo frontalmente rechazado por el grupo americano GD en Europa. Por otra parte, la presencia e influencia política del PNV en el entramado empresarial vasco, con SAPA e ITP como cabeza del cartel, no parece facilitar las cosas.

En mi opinión, no se necesita un campeón nacional sino una sólida base industrial que atienda las necesidades de la defensa, innove, cree riqueza, genere puestos de trabajo cualificados y colabore con los centros de investigación y conocimiento.  

Y lo que es más preocupante, disponiendo de un fabricante de blindados pesados (SBS), ahora Indra pretende fabricar otros en Asturias y la manchega Tecnove pretende hacerlo con tecnología extranjera. Dudo que haya mercado para tanta iniciativa y que su volumen justifique las grandes inversiones necesarias.

Falta de planificación en las adquisiciones de largo y medio plazo

La industria de seguridad, defensa y emergencias requiere fuertes inversiones en medios de producción, departamentos de ingeniería y sofisticadas herramientas de diseño y simulación. Para poder abordarlos, las empresas españolas han optado por dedicar una gran parte de su cartera a la exportación, pues los programas de defensa se planifican de manera que no es posible conocer con tiempo suficiente las cuantías comprometidas y los plazos de desarrollo, fabricación y entrega. La ausencia de una Ley de Adquisiciones de Defensa dificulta gravemente la planificación estratégica del sector industrial. Recuerdo un concurso de compra de munición (que posteriormente se anuló) adjudicado a una empresa israelí porque sus cartuchos eran un céntimo más baratos que los españoles; no se tuvo en cuenta los costes de inspección ni la recaudación por IRPF e IVA de haberlo ganado una empresa con sede en España. Haciendo cuentas, los cartuchos extranjeros salían mucho más caros que los españoles (no era la primera vez: también hemos comprado municiones en Filipinas, Brasil o Sudáfrica…).

El INTA y los medios de prueba y ensayo

Una de las barreras de entrada al sector es la disponibilidad y tarifas oficiales de los centros de pruebas y ensayos, monopolizados por el INTA. De hecho, hay empresas que han tenido que realizar ensayos en Alemania o Suecia por tener precios más competitivos que los fijados en España o por no disponer de los medios adecuados en territorio nacional.

Por otra parte, para probar sus desarrollos e innovaciones, las empresas, principalmente las pequeñas y medianas, necesitan tener acceso a sistemas en uso en las unidades. Aunque basta con solicitar la cesión de un vehículo temporalmente, la participación de personal en activo para la prueba de los conceptos o el acceso a sistemas más complejos, como carros, buques o aeronaves, la realidad es que no resulta fácil acceder a los medios militares.

Son muchas las iniciativas empresariales que solicitan contactos para exponer sus productos y servicios, pues no es suficiente con participar en ferias internacionales como Feindef, Eursatory o Desei. Exponer en estos eventos es caro y a los pequeños expositores les supone un esfuerzo económico importante ante la duda de contar con la visibilidad y retornos pretendidos. En países de nuestro entorno existen departamentos especializados de apoyo al emprendimiento y las PYMES de interés para la defensa. Algunos cuentan con hasta ochenta funcionarios especializados en sectores y áreas tecnológicas concretas, facilitando el intercambio de información y el acceso a financiación específica.

Conclusión

La industria de defensa española muestra una combinación de luces y sombras reflejo de sus logros y desafíos. Los avances en tecnología, exportaciones e I+D+i son aspectos positivos que impulsan el crecimiento y la competitividad del sector. Sin embargo, la dependencia de importaciones, el presupuesto limitado, los problemas burocráticos y la injerencia política son áreas que requieren atención y mejora para asegurar un futuro sólido y sostenible.

A medida que España continúa desarrollando su industria de defensa, es esencial que se aborden estos desafíos y se aprovechen las fortalezas existentes. Solo así se podrá garantizar una capacidad defensiva robusta, una economía próspera y un sector que contribuya positivamente tanto a nivel nacional como internacional.

El presidente del gobierno ha anunciado hoy que España llegará al 2% del PIB en el presupuesto de defensa en ¡2025! Desconozco, con los plazos habituales en el sector, cómo será posible gastar, de mayo a diciembre, más de 10.000 M€.


Imágenes: Google images

 
 
 

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